Artículo publicado en Ideas Clave Magazine en junio de 2012
¿Qué viajero no ha observado las similitudes de los centros de las ciudades del mundo occidental? Las mismas grandes marcas de comida, bebida, ropa y electrónica. Si te gusta esa hamburguesa con patatas fritas, podrás comerla en las cuatro esquinas del mundo; si adoras esa combinación de café, podrás beberlo en cualquier continente; si te gusta esa chaqueta, espera a viajar a un país más barato, entra en la misma tienda y compra esa prenda un poco más asequible. Marcas como Coca Cola, Facebook, McDonald´s, Zara o Starbucks, podrían crear una sola gran cultura, ¿cómo reaccionaríamos entonces?
Según Mark Pagel, miembro de la Royal Society, la cultura es básicamente ese conocimiento que heredamos de los que nos han precedido con el fin de evolucionar. Por un lado, tendemos a crear culturas, por otro, a propagar la propia y hacer que las otras se adapten a la nuestra. Si existen países de decenas e incluso centenas de millones de personas con una cultura común, es posible pensar que la cultura occidental podría extenderse por el mundo entero.
Sin embargo, Pagel apunta a dos factores que podrían entorpecer esta tendencia: los recursos y la demografía. En primer lugar, los humanos hemos demostrado nuestra enorme capacidad de cooperar para mejorar, pero esto se ve afectado cuando los recursos son escasos pues los que han alcanzado un alto nivel de vida, no están dispuestos a descender. De este modo, los habitantes de las zonas pobres se desplazarán hacia las ricas con el consecuente choque cultural. Aquí es donde este científico piensa que puede surgir el conflicto, pues en la cultura rica tienden a aparecer los nacionalismo y desciende de nivel debido a ellos.
Según Pagel, este el gran desafío del siglo XXI, lograr la convivencia de culturas tan diferentes en un mundo con recursos limitados, para lo que recomienda luchar contra las barreras culturales, aunque la expresión suene anticuada, y confiar en tres de las más grandes cualidades humanas: la cooperación, el bien común y la inventiva.
Foto: Flickr TED Conference