La redacción de contenidos es la forma de defender a su empresa de la competencia en Internet o de un mal comentario que flote en la Red.
¿Cuánto poder contienen unas palabras?
Mucho, mucho más que el que tenía la katana que usaba Beatrix Guido (Uma Thurman) en Kill Bill.
Hace mucho tiempo, siglos han pasado, el usuario no dialogaba con la empresa. Si quedaba descontento con el producto o servicio adquirido, no había más que aguantarse. Hoy en día, la revolución de Internet 2.0, el de las redes sociales, el de la interacción entre el usuario y la empresa, ha cambiado el esquema, dándole al viejo una buena patada. La redacción de contenidos es de suma importancia para que la web de la empresa se muestre en Google y para poder luchar contra los comentarios negativos de la misma.
El usuario no se calla, expone no solo su vida íntima (con más o menos acierto) sino también sus opiniones sobre los servicios o productos en los que gasta su dinero. Un mal comentario sobre nuestra empresa que ronde por Facebook o Google +, puede hacernos mucho daño, puede llamar a nuestra puerta y sorprendernos con un cuchillo en mano, puede sorprendernos en mitad de la noche y picarnos como una mamba negra, ¡colosal bicho!, puede amputarnos un brazo y dejarnos en ridículo delante de todos, pero también puede resucitarnos de la tumba y hacernos agarrar una Hatori Hanzo y poner todo en orden.
Obviamente, lo anterior eran paralelismos con la película de Tarantino, aunque la realidad, no es ninguna fantasía, y las empresas necesitan enormemente los comentarios positivos de sus usuarios para ganar más clientes y mantener la lucha con la competencia.
He ahí donde entra nuestro potencial como empresa de comunicación creativa, de redacción de contenidos; nuestro poder es la palabra, elemento que llega mucho más allá de lo que podamos imaginar.
Una redacción de contenidos que atrae el interés de su cliente, que defienden la empresa de comentarios negativos y afianzan la buena imagen de su marca.
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