En el Campo de Cartagena, la combinación de altas temperaturas y humedad crean el ambiente ideal para el desarrollo de patógenos, entre los que destacan bremia, fusarium y nasonovia, que preocupan seriamente a los agricultores. Ante este desafío, la investigación de variedades de lechugas resistentes se ha convertido en una práctica tan esencial como la propia agricultura. Empresas como Vilmorin-Mikado han establecido su presencia en esta zona tan afectada, con el objetivo de ofrecer soluciones eficaces y adaptadas a las necesidades locales.
Lechugas resistentes a plagas, la agricultura se enfrenta a desafíos del mañana