Publicado en http://www.lingoro.info/date/2010/12/
La atracción humana por el oro se pierde en la memoria del tiempo. El precioso metal no ha conocido épocas en las que no se le valorara, por supuesto, ha tenido altibajos, pero en los momentos económicos que atravesamos, el oro ha resurgido con toda su fuerza y se ha presentado de nuevo como lo que es, la mejor inversión. Piénselo. Los billetes y y las monedas con las que funcionamos en nuestras vidas realmente no tienen valor. Son papeles teñidos y aleaciones baratas.
Afortunadamente, hoy en día, conseguir oro es más fácil de lo que fue para los españoles cuando llegaron al Imperio Azteca. Si desea invertir en oro una de las muchas formas que tiene es adquirirlo en forma de moneda, es verdad que la variedad es extensa, pero le recomendamos la Krugerrand, la más conocida desde los años setenta. La única que contiene exactamente una onza de oro fino.
Su historia empieza con la independencia de Sudáfrica
Krugerrand, vocablo afrikáans, recuerda a un icono sudafricano. Paul Kruger fue presidente de la República Sudafricana desde 1883 hasta 1902, y a consecuencia de lograr la independencia, fue elegido cuatro veces más en su cargo. Rand es la palabra que denomina a la moneda sudafricana, que proviene del vocablo Witwatersrand (la rivera de los pájaros blancos).
Con ocasión de la independencia, el país adopta el sistema decimal y se acuñan monedas de uno y dos Rands. Las nuevas monedas llevan en el anverso el busto de Jan Van Riebeeck, jefe de la expedición holandesa que se estableció en el Cabo de Buena Esperanza en 1652. En el reverso está representado el famoso motivo « Springbok », el salto del antílope es el emblema del país.
Fue acuñada por primera vez en 1967 por la Casa de la Moneda sudafricana, con el fin de que los sudafricanos la utilizaran y ayudar así a la circulación de su oro en el mercado. Una jugada maestra.
¿Por qué es la moneda que todos buscan?
Con el tiempo, la moneda ha ganado fama mundial y se ha convertido en una de las más deseadas por los inversores de todo el mundo. Como hemos señalado antes, esta moneda contiene una onza de oro, lo que la convierte en una alternativa excelente a la compra de lingotes, mucho más complicados de rentabilizar o comerciar.
Actualmente, cualquier persona con dinero puede comprar oro, pero no fue siempre así. Hubo momentos y países en los que la posesión del metal precioso estaba prohibida. Gracias a su aparición, los ciudadanos pudieron poseer oro. Todo el mundo podía comprar y vender oro. Esta peculiaridad hizo que la moneda experimentara un acusado éxito en Estados Unidos en los años setenta. Hasta entonces, al norteamericano de a pie no le estaba permitido poseer lingotes de oro. Solo podían comprar monedas de oro extranjeras, cuyo precio era generalmente más elevado que el oro que contenían. El caso de la Krugerrand era especial, pues valía el oro que contenía, lo que sedujo a los inversores irremediablemente.
No todo han sido años dorados para la Krugerrand, pues atravesó momentos difíciles a finales de los años ochenta con el boicot de Estados Unidos a los productos sudafricanos. Superadas las dificultades, la Krugerrand se situó por delante de otras monedas importantes como la Hoja de Arce canadiense (Maple), el Águila americana (Eagle) y la Pepita australiana (Nugget).
Imagine si hubiese comprado veinte Krugerrand a menos de cuarenta dólares la unidad en 1971… Hoy es posible aprovechar las ventajas especiales de esta moneda. Se puede comprar y vender a un precio similar en todo el mundo, excepto en épocas inestables como la pasada en la crisis bursátil de 2008.
Fiabilidad y valor en todo el mundo
El valor de una moneda de oro se mide según su prima. La prima de la Krugerrand varía según el país donde la encontremos. En épocas estables, oscila entre un 0 y un 3%, aunque las cosas cambian súbitamente si atravesamos tiempos de crisis. Por ejemplo en octubre de 2008, era más difícil encontrar la Krugerrand, se demandaban poco y se posicionaban en el séptimo lugar según el diferencial de la prima.
Si usted está interesado en comprar y vender en territorio nacional, es mejor que opte por otra moneda, por ejemplo las americanas que pueden multiplicar su valor ampliamente en pocos días. Pero si lo que desea es hacer dinero, rentabilizar sus monedas de oro en el mundo entero y contar con un buen potencial, entonces la Krugerrand es una elección excelente junto con las monedas americanas de diez y veinte dólares. Una vez hecho esto, sólo tiene que guardarlas en una caja fuerte en Suiza, para asegurar su calidad y rentabilidad.
Siempre como nueva
Si ha tenido la oportunidad de tocar una Krugerrand y observarla, habrá notado su color rojizo. Aunque la Krugerrand contiene una onza de oro fino (Ley 916,67 °/00 (22 quilates), en su aleación contiene un poco de cobre, lo que le confiere ese tono cálido. Esa aleación hace esta pieza menos frágil que la Hoja de Arce canadiense (Maple), la Pepita australiana (Nugget) o la Panda china, todas con Ley 999,9 °/00 (pureza de 24 quilates). El oro es un metal que sufre daños. Puede abollarse o rasparse con facilidad, sin embargo las Krugerrand se pueden llevar en el bolsillo sin miedo a estropearlas.
En definitiva, las Krugerrand son monedas modernas, que sirven para el ahorro sistemático y que ofrecen una excelente calidad permanentemente.
No sólo hay monedas Krugerrand de uno o dos Rands, también las puede encontrar en variedades más pequeñas, como media, un cuarto y un décimo de onza, lo que le permite comprar esta moneda sudafricana por un coste menor, aunque su prima sea más elevada que la de una onza.