
Ayer me di cuenta de que llevo una semana sola y confitada (sí, confitada, lo pongo a propósito). Me sorprendí a mí misma de no haberme dado cuenta de tal evento. Estar sola no es nada fácil. Y menos encerrada en un piso 24/7. Esto es así. Nos ha tocado vivir una pandemia global. La verdad que parece una película, solo que ésta duraría 90 minutos y la real es que ya vamos por 11 días.
Me digo que es toda una oportunidad para conectar conmigo misma, lo que pasa es que no lo estaba consiguiendo probablemente porque no quería. Es siempre mejor mirar hacia fuera, una lo identifica todo y sabe qué hacer, pero lo de mirar pa dentro es otra cosa.
Todas mis válvulas de escape están tapadas :-/
¿Qué hay ahí? Veo que no me puedo estar quieta y que hasta ahora la actividad física y social me han “ayudado” a no mirar para adentro. Una manera de escapar. Aquí, en mi piso, no hay más remedio. Nadie va a venir a verme, ni puedo subirme al monte y correr 2 horas; tampoco darme una paliza de natación, ni de bici, ni salir de fiesta. Todas mis válvulas de escape están tapadas. Todas. Aquí lo único que puede hacer una es frente a la situación y hacerlo lo mejor posible.
He instaurado la hora de la lejía.
Me gusta cuando dan las 20h y la gente de mi calle sale a aplaudir. Olé por los sanitarios, claro que sí, pero para mí es algo más, es ver que no estoy sola. Las calles están vacías y reina el silencio, creo que la angustia vital que me da es de sentir esa soledad en el mundo. Una está sola frente a la mierda esta de virus que corre que se las pela de un país a otro. ¿Me pillará a mí y tendré que cuidarme sola de ese cabrón? Pues claro que me viene el pensamiento a la cabeza. Por eso, he instaurado la hora de la lejía. Todos los días repaso el piso con nuestra amiga de una forma obsesiva. Claro que no, no quiero que me pille aquí ese kabrón.
Por eso tengo que ser buena y no buscar mil excusas para salir a la calle. Ahora el súper se ha convertido en el punto de contagio ya cuando todos los demás establecimientos están chapados. No obstante ayer descubrieron un bar en El Palmar con seis clientes dentro a las tres de la madrugada. Multa para todos y selección natural.
Me duermo tarde. Claro, si no he quemado toda mi energía! Y me levanto tarde también. ¡Qué queréis que haga? La verdad que el día se me pasa “rápido”. La música a tope es una cosa que ayuda mucho. De pronto me siento con unas ganas de bailar tremendas, como no hay nadie, no me da vergüenza, y si me ven las vecinas mejor para ellas. Se alegrarán de ver a una espontánea como yo.
Me siento como la Teniente O’Neill.

Y qué pasa si la sensación es de soledad en el mundo pero en realidad no es así? Debería poder controlar esa ansiedad, la verdad que no lo hago nada mal para no tener ningún somnífero o ansiolítico a mano, solo me permito una birra por la noche. Tampoco fumo ya, y menos mal, porque este es el escenario en el que me fumaría encima constantemente.
Mi mayor miedo despierta cuando pienso en que esto no ha hecho más que empezar y que estamos en plena alarma roja, que aún quedan al menos tres semanas así, y que mis padres son público objetivo de este virus kabrón. Hay que mantener la calma y la hora de lejía a rajatabla. Me siento como la Teniente O’Neill. No me permito histerias.
Canto mejor, incluso en inglés.
Veo que día tras día toco mejor la guitarra, canto mejor, incluso en inglés, y me adapto más a esta situación. Ayer incluso me molestó tener que salir a por aceite. Con lo a gusto que estaba yo encerrada en mi piso. Para una persona tan activa como yo, empezar a pensar así es un gran cambio. Pero recuerdo que otro de mis dones, grandísimo, por cierto, es la capacidad de adaptarme. Soy muy camaleón. Ahora toca esto, me podría haber quedado en casa de mis padres. No. Decidí quedarme sola en la playa. Con todos mis miedos, agobios, ataques y locuras para mí sola.
Estoy constatando que no soy persona de dar por culo, ni siquiera a mí misma, me dejo bastante tranquila y, en pleno confinamiento, me doy cuerda larga. Una tiene que ser condescendiente con una misma. Mientras estés confinada, qué quieres? Pasarlo “bien” o una mierda? Elijo la primera respuesta. Pasarlo “bien”.
También me consuelan mucho las videollamadas con amigxs. En algunos casos, ha hecho falta una pandemia global para llamarnos. ¡Hay que ver! Será esto de que mal de muchos, consuelo de tontos es tal cual.
Esta mañana no me podía concentrar en nada y me puse a hacer aerobic con Eva Nasarre y Madonna. Incluso ha salido el sol, por hoy, también dentro de mí 😉
Déjame un comentario para compartir tu locura con la mía. Visita mi canal Periodista Freelance Nómada, si te aburres. Si aun así, sigues estando agobiada, hazte la siguiente clase durante una hora 🙂
Me ha encantado tu descripción a esta locura que vivimos todos.
♥️
Hay que terminarla por lo menos tan bien como empezó 😀 Un besazo, wapa!!
Guapa! Leerte también ayuda, a ver que todes estamos igual. Preciosa mucho ánimo, pronto estaremos disfrutando en la playa y con un gran aprendizaje a nuestras espaldas. Besos de sol ☀
Gracias por esos ánimos, guapa!! Mucho por vivir!!!
Ja ja ja … me ha gustado mucho , cualquier rato de evasión lo agradezco .
Fíjate que siempre me había gustado Eva pero no recordaba ese look
Sigue escribiendo guapa
Buen artículo, ayuda a pensar durante este temporal en el que estamos.
Temporal el que voy a montar yo cuando salga. Gracias, compi!!!
Me ha encantado la manera tan realista y divertida a la vez en la que has expuesto esta reflexión sobre el «confitamiento», jeje. Me parece muy fiel a la realidad que percibe mucha gente que no saldrá de casa hasta que todo esto acabe. Es algo tan surrealista lo que nos ha tocado vivir que sí que parece como una peli de ficción. Una peli sin un final aun resuelto que es lo que nos hace tener esa incertidumbre que a muchos agota física y mentalmente por saber de que pasara después. Mucho animo a todos !!
La incertidumbre es agotadora, tanto como la fiesta que nos vamos a pegar cuando todo esto pase!! Un besazo, JuanSe!!
Buena reflexión y muy sincera además. Gracias
Gracias a ti, amigo!! :***
Qué bonito lo que has escrito. Me encanta tu manera de compartir… eso que todos llevamos dentro…con transparencia, naturalidad y buen humor.
Oleeeeee!!!!
Besos y a aprender de y con nosotros mismos!!!
Que somos una caja de sorpresas…jijij
Gracias, presiosaaa! Yo me sorprendo de ver que me soporto a mí misma jajaja :*
¿Alguna vez te ha pasado que ha llegado a tu vida algo que no estabas buscando y que te ha hecho afortunad@? Te has dejado atrapar por una serendipia…en ocasiones pasan cosas extraordinarias como esta, el confinamiento en casa nos ha hecho estar más en contacto con los que no conocíamos. Luego ya se verá cuánto dura esta pandemia de exaltacion de la amistad y el querernos con nuestros vecinos,..un saludo desde Badajoz.
Lo mejor será lo que hayamos aprendido de nosotras mismas 😉 Un besazo, amiga!!!
¡Olé tú y tu independencia! Ahora vendría bien el felpudo de Ikea aunque no podamos dar la bienvenida a nadie. Me siento identificada con tu artículo y me encanta ver que, ya que tus válvulas de escape hacia el exterior están cerradas, hayas decidido mirarte interior. Ya sabes, las salida está adentro 😉 Sigue así, cuidándote por fuera y por dentro y expresando tu arte, en este caso, a través de la música. Namasté.
En estos días, más que nunca, la salida está hacia dentro!! Gracias, Maverick! :***
En estos días todos pensamos de más, sentimos de más y quizás eso nos mantenga más vivos que nunca…que ironía.. Aunque bueno que sería de la vida sin esas ironías… Igual todo sería demasiado cuerdo…
Una forma bonita esta tuya de describir estos días, tus días…esa forma tuya tranquila e intensa de vivir, de sentir, ha quedado muy bien reflejada.
No pierdas esa esencia, todo te será más fácil así. Un abrazo
Estoy sola con mi esencia, pero me gusta!! (unos días más que otros) 😀 Un gran abrazo!!
Seguro que a estas alturas, cantando y perfeccionando tu inglés, has superado a Madonna cantando y a Eva Nasarre con tanta gimnasia también. Y con lo que llevas recorrido y experimentado, estás a punto de superar a la Teniente O’Neil. Qué passa prima!!!jejeje. besos, amiga.
Acho, que grande eres!!! Un abrazaco!!!!!
La introspección a la q nos obliga este confinamiento saca lo mejor de nuestras vidas. Hasta nos llega a calmar y hacer felices la privación de contacto . La capacidad del ser humano para adaptarse a cualquier situación por inverosímil q sea es infinita . Yo sólo aspiro a volver a estar con mis hijos y cuento los días q pasan .
Ahhh y ver el mar.
En mi introspectiva, por ahora me sigo cayendo bien 😀 Un besazo, amiga!!!!
Me ha gustado lo de la hora de la lejía
Y sí…. cuesta parar y mirar hacia adentro… qué bien te entiendo … siempre buscando qué hacer FUERA… en el Monte, en la playa… donde sea sin parar… y ahora parón impuesto a la fuerza…. aprenderemos esta lección que nos está brindando la vida???
La que sí lo está agradeciendo, es la madre naturaleza.
Cuando me entra la locura pienso que justo antes del confitamiento vi delfines en la playa… Por fin, los pobres nadaban con libertad. Gracias, jefaaa!!
Mucha fuerza kilométrica!
Kilómetros me van a faltar cuando deje de estar confitada jajaja Un besazo, bonico!!
Me has hecho reírme mucho, bonica. Yo también odio el momento de comprar el puto aceite.
Yo me estoy convirtiendo en cantante y empresaria, cada día tengo un proyecto nuevo.
Al menos nos renovamos, que sea parte del mensaje que nos deje esto al final.
P.D: Dale a Madonna pero no al videoclip con Maluma ni a cuando le chupa el dedo del pie.
Love u
Imagino que cantas en italiani, no?? Para aerobic el disco Madonna MDMA da mucho beat! Maluma me despierta lo mismo que el covid-19…. Un abrazacoo amigaaaa!!!
Nena, un artículo muy tú. Muy bien transmitidas las sensaciones de estos días, me siento muy reflejada en muchas frases. Ánimo hermosa!
Vecina estoy que me tiro de los pelos!!! Retomaremos las cañas, no pasa naaaaaa!!!!
Me ha gustado mucho el artículo. Muy original. Ayuda a pensar en esa introspección a la que hace referencia en estos momentos que estamos viviendo tan extraños. Gracias.
Ay, nena, en nada estamos saliendo a la hora de las señoras a tomar café entre semana
Me ha gustado mucho tu artículo. Puedo imaginarte con el traje de Eva Nasarre zombie y tu birra
A mi personalmente, no me da miedo mirar hacia dentro, pero estoy incrementando mi repelús a estar con gente. Me va a costar retomar el acercamiento físico jaja. Eso si, con la familia me porto mejor, menos humos con ellos. Aupa contigo, teniente!!
En cuanto acabe la mierda esta, abrazo colectivo para volver a conectarnos con la humanidad!! A Eva Nasarre Zombie estoy ya a punto de sacarla, qué bonica eres, pijo!!
Reconforta ver que hay un sentimiento común con todos los»confitados». El aplauso de las 8 reconforta, y era importante que lo trajeras aquí. Te animo a que escribas más cosas sobre el «confitamiento»